Asistiendo a un concierto de hardcore en el día de hoy,
observé una trifulca en el público entre una chica y un tipo, al parecer
supuestamente por las actitudes de este último. La falta de información sobre
el caso me impide profundizar, así que mejor elaboraré unas breves reflexiones
sobre algunos de los peores subseres que pueblan los conciertos, fiestas,
saraos de nuestras ciudades. Me refiero a los babosos conciertiles.
El baboso conciertil es aquel ser cuyo único propósito en un
concierto es mojar el churro, pinchar a la primera que pase, follar, en
definitiva. El baboso conciertil no dudará en utilizar todos los métodos a su
alcance para conseguir sus fines, sin importarle lo más mínimo cualquier noción
sobre el saber estar o sobre el respeto a las mujeres.
Su modus operandi consiste en acechar a todas las chicas
presentes en el concierto, cuanto más borrachas estén mejor para él pues eso
ayudará a sus nauseabundos fines. La estrategia del baboso conciertil es el
acoso y derribo, babosear a la chica hasta que esta baje sus defensas o se vea
abrumada por ese toma y daca constante del baboso. El baboso además no dudará
en lanzarse a por otra presa si ve que la chica a la que babosea pasa de él. Es
frecuente que el baboso conciertil pase de una chica a otra, y no es raro que
meta cuello a todas las chicas presentes en la sala.
El baboso conciertil nunca busca nada serio, lo único que
tiene en mente es satisfacer su libido. Ojo, un lío de una noche tampoco
implica una pareja seria, pero el baboso conciertil no respeta siquiera a la
mujer que decide llevar a cabo un lío sin más.
Resumiendo, el baboso conciertil es una vomitiva especie que
debe ser aislada de nuestros conciertos y ambientes. No debemos ceder ningún
espacio a este tipo de seres, y las lectoras deben tener especial cuidado con
ellos. No fiarse nunca de un baboso conciertil es la manera de evitarlos, y
dejarles las cosas claras es la actitud a tomar.
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