miércoles, 19 de noviembre de 2014

Reflexiones personales sobre la inmadurez sexo-afectiva



Esperpento es la única palabra que puedo usar para calificar al último reality show que tenemos la desgracia de contemplar en las pantallas de nuestras televisiones. Bueno, matizaré que desgracia la tendrá el que lo vea, pues personalmente he de decir que no tengo siquiera enchufada la televisión. Es decir, mis horas ante la pequeña pantalla diarias se reducen a cero.

Sin embargo, no he podido dejar se sentir vergüenza ajena y estupor al contemplar clips vía internet de un determinado programa llamado “Adán y Eva”. ¿Qué es lo que diferencia a este programa de otros circos de tronistas? Pues nada más y nada menos que los concursantes aparecen sin ropa, desnudos, realizando sus correrías por una isla paradisíaca.

Mientras leéis esto pensaréis que tengo un punto de vista muy retrógrado. Nada más lejos de la realidad, en verdad me quejo de todo lo contrario. Me quejo de la inmadurez social en cuestión de relaciones sexuales y todo lo que tenga que ver con desnudos o erotismo. Y utilizo esa palabra puesto que este programa busca un “target” muy concreto: el morbo por la aparición de personas desnudas. Circunstancia que dicho sea de paso, les da importantes audiencias.

Como ya he dicho, esto es síntoma de inmadurez sexual. Incluso en una sociedad que se dice avanzada y “liberada” no estamos faltos de prejuicios en lo que al sexo se refiere, y seguimos en los mismos tabús, clichés y pantomimas que en la época del destape cuyos máximos exponentes fueron los filmes de Pajares y Esteso.

En vez de vivir la sexualidad con naturalidad, en vez de aceptar como algo normal, natural e incluso sano el sexo, el erotismo y las relaciones interpersonales, buscamos el morbo, la carnaza, cual jauría de leones hambrientos del Serengueti devorando a una cebra.

A día de hoy que un hombre y una mujer tengan relaciones sexuales no debería tener mayor importancia que la que le damos al respirar, al comer, al dormir, etc. Es algo tan podidamente natural que alucino cuando la sociedad se escandaliza por este tipo de temas. E ídem cuando cual perros babosos, hordas de palilleros se plantan ante la televisión para contemplar a las mujeres del susodicho programa. O babosas, que también las hay.

Personalmente, para mí el sexo es algo natural pero no banal. Lo contemplo como la realización física de una atracción, de un sentimiento entre dos personas. A día de hoy soy incapaz de follar con alguien si no me gusta, no porque niegue el sexo sin compromiso en sí sino porque en mi libre elección escojo buscar algo más que el mero sexo. Actualmente sería incapaz de mantener una relación sexual con alguien por la que no sienta nada, que me guste un mínimo; ojo, lo cual no implica un enamoramiento ciego, ni amor romántico, sino lo que nos referimos con “feeling”.

Asimismo, el tener sexo con una persona que te atrae tampoco implica que busques una relación de pareja per se, aunque claro está, prefiero las cosas serias ya que estoy algo mayorcito para jugar. En este sentido, puedes mantener relaciones sexuales con alguien que te gusta y que a la misma vez no sea tu pareja formal. Ya es libre decisión de ambos el elegir en que tipo de historia va a finalizar su relación sexual, ya sea pasando a niveles más elevados o dejando las cosas tal y como surgieron.

A lo que me refiero no es a negar el sexo esporádico, sino a negarlo con la primera que pase. Y es que, llamadme raro, pero generalmente no suelo sentir atracción por personas físicamente atractivas. Aunque lo que voy a decir suene a tópico, busco otras cosas en una mujer. Lo principal es que me sienta a gusto con ella. Es impagable encontrar a una chica que llene tu vida, y con la que la mayoría sean buenos momentos. La sensación de vivir un momento agradable constante no está pagada con dinero.

Cosa también muy importantes es que la chica tenga cerebro y ciertas inquietudes. Porque me pongo a pensar y digo, ¿Qué hago yo hablando con una tía cuya conversación gire en torno al último y más mainstream modelito del Bershka? No, gracias. Prefiero otro tipo de chicas, aunque físicamente sean normales.

Mi canon de belleza femenina se resume en una chica con sentido del humor, conversación agradable, compromiso político(o visos de adquirirlo), con cierto nivel cultural(ojo, cultural y con estudios no es lo mismo), humildad, con sentido del humor y que a ser posible guste de la cerveza. Ya puede ser una chica no muy agraciada físicamente que a mí me tiene ganado con esas premisas.

Afortunadamente puedo decir, sin querer colgarme medallitas por ello, que vivo libre de los prejuicios sexo-afectivos hacia el sexo opuesto y que por ello disfruto más tanto de mis relaciones sexuales como de mis relaciones afectivas. Aunque el número de ellas sea realmente bajo, es lo que tiene tener una cara cruce de orco de Mordor y bicharraco de Alien(*Nota de Autor: no lo digo por dar pena, sino aunque es cierto pone una nota cómica)


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