Esperpento es la única palabra que puedo usar para calificar
al último reality show que tenemos la desgracia de contemplar en las pantallas
de nuestras televisiones. Bueno, matizaré que desgracia la tendrá el que lo
vea, pues personalmente he de decir que no tengo siquiera enchufada la
televisión. Es decir, mis horas ante la pequeña pantalla diarias se reducen a
cero.
Sin embargo, no he podido dejar se sentir vergüenza ajena y
estupor al contemplar clips vía internet de un determinado programa llamado “Adán y Eva”.
¿Qué es lo que diferencia a este programa de otros circos de tronistas? Pues
nada más y nada menos que los concursantes aparecen sin ropa, desnudos,
realizando sus correrías por una isla paradisíaca.
Mientras leéis esto pensaréis que tengo un punto de vista muy
retrógrado. Nada más lejos de la realidad, en verdad me quejo de todo lo
contrario. Me quejo de la inmadurez social en cuestión de relaciones sexuales y
todo lo que tenga que ver con desnudos o erotismo. Y utilizo esa palabra puesto
que este programa busca un “target” muy concreto: el morbo por la aparición de
personas desnudas. Circunstancia que dicho sea de paso, les da importantes
audiencias.
Como ya he dicho, esto es síntoma de inmadurez sexual.
Incluso en una sociedad que se dice avanzada y “liberada” no estamos faltos de
prejuicios en lo que al sexo se refiere, y seguimos en los mismos tabús,
clichés y pantomimas que en la época del destape cuyos máximos exponentes
fueron los filmes de Pajares y Esteso.
En vez de vivir la sexualidad con naturalidad, en vez de
aceptar como algo normal, natural e incluso sano el sexo, el erotismo y las
relaciones interpersonales, buscamos el morbo, la carnaza, cual jauría de
leones hambrientos del Serengueti devorando a una cebra.
A día de hoy que un hombre y una mujer tengan relaciones
sexuales no debería tener mayor importancia que la que le damos al respirar, al
comer, al dormir, etc. Es algo tan podidamente natural que alucino cuando la
sociedad se escandaliza por este tipo de temas. E ídem cuando cual perros babosos,
hordas de palilleros se plantan ante la televisión para contemplar a las
mujeres del susodicho programa. O babosas, que también las hay.
Personalmente, para mí el sexo es algo natural pero no
banal. Lo contemplo como la realización física de una atracción, de un
sentimiento entre dos personas. A día de hoy soy incapaz de follar con alguien
si no me gusta, no porque niegue el sexo sin compromiso en sí sino porque en mi
libre elección escojo buscar algo más que el mero sexo. Actualmente sería
incapaz de mantener una relación sexual con alguien por la que no sienta nada,
que me guste un mínimo; ojo, lo cual no implica un enamoramiento ciego, ni amor
romántico, sino lo que nos referimos con “feeling”.
Asimismo, el tener sexo con una persona que te atrae tampoco
implica que busques una relación de pareja per se, aunque claro está, prefiero
las cosas serias ya que estoy algo mayorcito para jugar. En este sentido,
puedes mantener relaciones sexuales con alguien que te gusta y que a la misma
vez no sea tu pareja formal. Ya es libre decisión de ambos el elegir en que
tipo de historia va a finalizar su relación sexual, ya sea pasando a niveles
más elevados o dejando las cosas tal y como surgieron.
A lo que me refiero no es a negar el sexo esporádico, sino a
negarlo con la primera que pase. Y es que, llamadme raro, pero generalmente no
suelo sentir atracción por personas físicamente atractivas. Aunque lo que voy a
decir suene a tópico, busco otras cosas en una mujer. Lo principal es que me
sienta a gusto con ella. Es impagable encontrar a una chica que llene tu vida,
y con la que la mayoría sean buenos momentos. La sensación de vivir un momento
agradable constante no está pagada con dinero.
Cosa también muy importantes es que la chica tenga cerebro y
ciertas inquietudes. Porque me pongo a pensar y digo, ¿Qué hago yo hablando con
una tía cuya conversación gire en torno al último y más mainstream modelito del
Bershka? No, gracias. Prefiero otro tipo de chicas, aunque físicamente sean
normales.
Mi canon de belleza femenina se resume en una chica con
sentido del humor, conversación agradable, compromiso político(o visos de
adquirirlo), con cierto nivel cultural(ojo, cultural y con estudios no es lo
mismo), humildad, con sentido del humor y que a ser posible guste de la
cerveza. Ya puede ser una chica no muy agraciada físicamente que a mí me tiene
ganado con esas premisas.
Afortunadamente puedo decir, sin querer colgarme medallitas
por ello, que vivo libre de los prejuicios sexo-afectivos hacia el sexo opuesto
y que por ello disfruto más tanto de mis relaciones sexuales como de mis
relaciones afectivas. Aunque el número de ellas sea realmente bajo, es lo que
tiene tener una cara cruce de orco de Mordor y bicharraco de Alien(*Nota de
Autor: no lo digo por dar pena, sino aunque es cierto pone una nota cómica)
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